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• Realizado mediante proceso de liofilización
• Contiene trufa de verano (Tuber Aestivum) de categoría primera
• Sin conservantes ni colorantes

• El rebozuelo (Cantharellus Cibarius) es la seta fresca silvestre más exportada en el mundo, buscada por los chefs por su olor a melocotón y su sabor sutilmente picante. 
• Trabajar con la seta rebozuelo tiene dos ventajas favorecedoras que se refleja en toda la cadena de distribución: su larga vida útil y que está disponible casi todo el año.
• El rebozuelo tiene un nombre diferente en cada lugar. En España, en muchas zonas del sur se le conoce como chantarela aunque su nombre en castellano es rebozuelo, en catalán, rossinyol, vaqueta; en inglés, chanterelle; en italiano, gallinaccio.

• La senderuela (Marasmius oreades), también conocida como senderilla, moixernó o carrereta es uno de los muchos nombres vulgares por el que se conoce esta seta que crece en prados en primavera y otoño.
• La senderuela rece en praderas y pastizales. Es una seta pequeña, con un sombrero de entre 2 y 6 centímetros de diámetro, y un pie delgado y fibroso que puede alcanzar hasta 10 centímetros de altura.
• La senderuela se encuentra en prados, campos, pastizales y terrenos calcáreos, preferiblemente en lugares soleados y con poca humedad. Es una especie muy común en Europa y América del Norte.
• En España puede aparecer durante todo el año, aunque es más frecuente en primavera.

Al natural huele y sabe a masa cruda de pan. Cocinada es deliciosa.  El perrechico, perrochico, seta de San Jorge o  moixeró es la estrella de las cremas, el ingrediente mimado de la alta cocina y la omnipresente en muchos recetarios europeos

es blanca, de contextura gruesa y con un sombrero carnoso. Puede ser que su aspecto se vea sencillo como un champiñón común pero su nombre científico le hace más justicia, calocybe gambosa significa cabeza bonita con pie voluminoso. 

Lo más curioso es que es una seta que puede crecer como en el pasto del bosque o como en el borde de una carretera, va creando círculos como si alguien lo hubiera plantado a propósito, pero es completamente cosa de la madre naturaleza.

Setas de cardo frescas, cultivadas de manera orgánica y cosechadas en su punto óptimo de madurez.

La seta de cardo (Pleurotus Eryngii) cultivada se cría en botellas de vidrio de boca ancha, en sustrato de paja de cereales. Este método de cultivo se realiza en interiores y a oscuras para que el hongo adquiera su característico tronco grueso y su pequeño sombrero.

• Es un producto económico y ahorra tiempo en la cocina. Están casi limpias porque no tienen insectos ni tierra escondida en sus láminas, por ser una seta de cultivo.
  
  
• La seta de cardo es fácil de cocinar y rendidoras, son setas grandes y carnosas que se suelen consumir en láminas. Su aspecto es parecido al boletus, de color blanco cremoso, huele a harina con sabor suave.

• El shiitake (Lentinula Edodes) se cultiva en España desde hace 20 años, pasó de ser una tendencia gastronómica a la seta asiática más consumida en España. A los chefs les gusta por la alta calidad delicatessen del producto, que es tan bueno como la de los productores asiáticos.
  
  
• Emerge del serrín enriquecido de maderas duras, para que nazca la seta shitake con ese bonito marrón en su sombrero, de pulpa blanca carnosa y de sabor umami y acaramelado.
• Están recargados de proteínas, fibras, vitamina B y minerales. El shitake es un hongo medicinal maravilloso para mejorar el sistema inmunológico. Antiinflamatorio, contiene fósforo para mineralizar los huesos y dientes, y selenio, ideal para el hígado y el corazón y posee más minerales como cobre, zinc y ¡hierro!